Palomeando

25 años tras las becadas – Manuel Segura

Vamos a la comarca catalana de La Noguera a conocer a Manuel Segura Márquez, un apasionado becadero de 57 años: «Valorad si es necesario tener 5 o 6 cotos, cazar con 4, 6 o más perros, cazar en grupo para no dar oportunidad a la becada... No creo en clubes ni entidades sobre la becada, pasan los años sin que los principales problemas de esta especie se solucionen».

Todo comenzó alrededor de 1993 mientras Manuel acompañaba a una pareja de cazadores. A media mañana la mujer cazadora decidió parar y le cedió el arma para que continuara la jornada junto a su marido. Fue entonces cuando uno de los perros levantó un ave misteriosa y le lanzaron dos disparos sin conseguir abatirla. Manuel preguntó qué animal era aquel y el cazador le contestó que era una becada, la también conocida como “chocha perdiz”.

La temporada siguiente, junto a su braco alemán (un perro que casi nunca hacía muestra), saliendo de caza tras los conejos el perro se detuvo frente a un gran romero. Manuel se acercó pensando que tenía un conejo y se sorprendió cuando de repente se levantó delante de sus morros una becada la cual no pudo disparar.

El año siguiente, con la hija del braco alemán, de 10 meses de edad, una perra que la trabajó mucho en el coto intensivo, en una de las salidas de caza cerca de su casa, ésta le hizo una muestra y Manuel pudo abatir con un sentimiento agridulce su primera becada. Este fue el inicio de los hasta ahora 25 años de caza detrás las becadas.

En estos años, Manuel casi siempre ha cazado con perros continentales; bracos y bretones principalmente.

Hace 3 años que ha jubilado Golfo, su gran perro de la raza bretón, que cita en todas las aventuras de caza y se ha pasado a los perros británicos, los setters. Este cambio le provocó un nuevo reto: conocer el comportamiento de los setters cazando becadas, porque la forma de caza de continentales y británicos no tiene nada que ver. Manuel ha llegado a la conclusión de que los setters, a pesar de ser unos excelentes perros de caza de becada, carecen de la versatilidad que puede tener un bretón o un braco.

Manuel tiene varios perros, todos censados e identificados, aunque sólo Golfo tiene pedigrí. Prefiere salir a cazar con un máximo de dos perros y lo que más valora a la hora de formar un buen perro becadero es que tenga tres virtudes: Afición por la caza, inteligencia y pasión por el bosque y por el dueño.

Hace 11 años que caza con una Laurona de 71 cm de cañón con 4 y 2 estrellas, un arma que se le encara todavía bien, y como a él le gusta en los perros, polivalente. En el primer disparo utiliza perdigón del 10 de 36 gramos dispersante y, en el segundo, perdigón del 8 de 34 gramos también dispersante.

El 70% de los días de cacería Manuel sale solo acompañado de sus perros y considera que cazando dos días por semana, hacer entre 20 y 25 becadas por temporada es una cifra ideal.

Referente a las nuevas tecnologías encuentra necesario los localizadores (gps) por la tranquilidad que le transmiten y la seguridad de saber qué está haciendo el perro en cada momento. De este modo disfruta de la caza sin sobresaltos.

Manuel conoce más de 1.000 cazadores, la mayoría a través de las redes sociales, y afirma que el 80% de estos no llega a los 10 años de experiencia cazando becadas. Con esto nos demuestra que la caza de la becada cada vez tiene más aficionados. A pesar del aumento de adeptos a la caza de la becada, lo que realmente marca el aumento o disminución de esta especie en nuestros bosques es la meteorología (más sequía = menos becadas y a la inversa). Comenta que ha vivido años de todo tipo y recuerda el año 2012 como el mejor. Este año también es bueno, pero no excepcional.

Nunca ha participado en ninguna competición, desconoce su funcionamiento y no le gusta nada mezclar la caza con la competición aunque lo respeta.

Como becadero no pertenece a ningún club ni entidad, principalmente porque no cree en ellos, va viendo pasar los años sin que los principales problemas de esta especie se solucionen, es decir, la diferencia de “cupos” de un lugar a otro, la nula regulación de días de caza entre las diferentes autonomías y otros países de Europa, los abusos de los cotos y la privatización económica de la caza (si tienes dinero cazas más).

Para terminar, nos quedamos con el siguiente consejo de Manuel para los nuevos becaderos: «Valorad si es necesario tener 5 o 6 cotos, cazar con 4, 6 o más perros, cazar en grupo para no dar oportunidad a la becada… A este ritmo esto no durará mucho, este abuso pasará factura, deberíamos tomar conciencia, dejar de pensar con lo que mata el vecino y disfrutar más de lo que tenemos ».

Fuente: Cinegeticat.cat

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